Austria: La inteligencia artificial y los árbitros: ¿Amigos o enemigos?
Autor: Moral dura...
Introducción
Diversos desarrollos tecnológicos y su intersección con el arbitraje han sido recientemente objeto de vigorosos debates. En particular, en relación con la pandemia del COVID-19, ha habido una proliferación de tecnologías inteligentes, que están orientadas a aumentar la eficiencia y la calidad de los arbitrajes. Uno de estos desarrollos tecnológicos que ha suscitado el debate ha sido la Inteligencia Artificial (IA). Varias herramientas de tecnología jurídica basadas en la IA que existen en el mercado han demostrado su utilidad para ahorrar tiempo y costes en los arbitrajes.
La esencia del arbitraje comercial radica en la adjudicación eficiente de los litigios. Con los procesos de aprendizaje automático de la IA, estas tareas pueden automatizarse fácilmente. Esto plantea la cuestión de si la IA podría servir para asumir importantes funciones y tareas realizadas por los árbitros.
Méritos de los árbitros de la IA
Los arbitrajes internacionales suelen ser caros y largos. Parece que los arbitrajes basados en la IA podrían cambiar esta situación. Con la capacidad de procesar grandes cantidades de datos en cuestión de segundos a una fracción de los costes que de otro modo se producirían, la IA resulta muy atractiva para las partes preocupadas por cuestiones de eficiencia y gasto.
En segundo lugar, el deber primordial de un árbitro es ser independiente e imparcial. Como tal, si los arbitrajes con IA se convirtieran en una práctica común, podría contrarrestar los prejuicios y minimizar las preocupaciones de influencia indebida. Asimismo, habría menos posibilidades de que se produjera un conflicto de intereses, ya que la IA, al ser una herramienta de automatización simulada a través de un programa informático, es capaz de resolver el litigio de forma objetiva.
No sólo los sesgos conscientes e inconscientes, por lo demás inherentes a la naturaleza humana, están ausentes en los programas informáticos de IA, sino que los árbitros humanos son más propensos a ofrecer opiniones eruditas sobre una cuestión que puede ser central en un caso y, por tanto, susceptible de suscitar conflictos.
Inconvenientes de los árbitros de la IA
La adjudicación es un proceso adverso establecido desde hace mucho tiempo, entre cuyas muchas ventajas se encuentra la finalidad, así como la salvaguarda de garantizar a las partes el debido proceso en virtud de la ley. La adjudicación pública también ofrece la ventaja de la interacción humana y la capacidad de evaluar con mayor sensibilidad las expresiones de los testigos, que un programa informático podría interpretar de diversas maneras.
Sin embargo, el software es tan bueno como los datos que se le suministran. Si se utilizan de forma disfuncional y sesgada, los algoritmos podrían dar lugar a resultados discriminatorios. Del mismo modo, las entradas limitadas darán resultados de información selectiva. Por lo tanto, aunque pueda ofrecer una "respuesta binaria basada en la inferencia probabilística [la IA] puede ocultar muchas controversias bajo la apariencia de un análisis objetivo".1
Además, la práctica de los árbitros se basa en una combinación de factores, entre otros, la experiencia, la emoción y la empatía. La decisión de un caso en el arbitraje no se basa simplemente en un razonamiento inductivo, sino deductivo, es decir, teniendo en cuenta los conocimientos especializados del ámbito, la experiencia y la comprensión práctica.2 Además, más allá de carecer de la discreción humana, que es vital para la resolución de conflictos, o de las capacidades cognitivas fundamentales para el proceso de toma de decisiones legales, la IA también privaría a los usuarios de los tribunales de su derecho a recibir las razones del resultado de su caso.3
Por todos los factores mencionados, un avance tecnológico como la IA no sustituye ni hace redundante la adjudicación institucionalizada en los tribunales.
Conclusión
Aunque parece improbable que la IA sustituya a los árbitros humanos en un futuro próximo, estos últimos podrían sin duda utilizar su software en su beneficio para resolver los problemas de tiempo y costes. Las plataformas basadas en la IA, como Opus 2, Luminance, Litigate AI, Ross Intelligence, etc., ya han dado pasos conspicuos en la transformación de la práctica del arbitraje, ofreciendo soluciones basadas en datos, más rápidas y que pueden reducir la posibilidad de error.
Sin embargo, la noción de que el arbitraje sea conducido por árbitros humanos está aquí para quedarse. Aunque la democratización de los datos sustantivos del arbitraje a través de la tecnología de la IA ofrece ciertamente ventajas considerables, es difícil imaginar cómo los árbitros humanos, en la actualidad, podrían ser sustituidos, especialmente cuando se consideran cuestiones como la inviolabilidad de los procedimientos de designación de las partes. No obstante, si se demuestra que sirve a los intereses comerciales de las empresas y se siguen mejorando y desarrollando las tecnologías actuales, la perspectiva de los arbitrajes basados en la IA ya no puede excluirse y, de hecho, puede ser inevitable.
Notas a pie de página
1 Chauhan, A. S. (2020) El futuro de la IA en el arbitraje: La delgada línea entre la ficción y la realidad. Blog de arbitraje de Kluwer. Disponible en: http://arbitrationblog.kluwerarbitration.com/2020/09/26/future-of-ai-in-arbitration-the-fine-line-between-fiction-and-reality/ [consultado el 10.12.2020].
2 Ibid.
3 Ibid.
El contenido de este artículo tiene por objeto proporcionar una guía general sobre el tema. Se debe buscar el asesoramiento de especialistas sobre sus circunstancias específicas.